Hace dos semanas visitamos la catedral de Santander, donde reposan las cabezas de los patronos de Calahorra y, después de hacer las pertinentes fotografías y bucear en la historia y la leyenda de nuestros Santos Mártires, planeamos escribir hoy este post con motivo del inicio de nuestras fiestas grandes. San Emeterio y San Celedonio son también patrones de Santander y de otras localidades cántabras como San Pedro de Romeral. ¿Por qué? Por un "traslado apresurado" que forjó las dos leyendas que os vamos a contar.
Emeterio y Celedonio fueron dos soldados romanos naturales de Calagvrris Nassica Ivlia, hijos del Centurión Marcelo (posteriormente San Marcelo), que fueron martirizados en torno al año 298 durante la persecución del emperador romano Diocleciano (algunos autores sostienen que fue Valeriano) tras abandonar la Legión e ingresar en la milicia de Cristo. Tras confesar su fe fueron encarcelados (en la actual Casa Santa de Calahorra, hoy derruida), martirizados y decapitados un 3 de marzo en la orilla del río Cidacos, donde fueron enterrados y sobre cuyos restos se erigiría posteriormente la actual Catedral. Cuenta la leyenda que al morir lanzaron respectivamente su anillo y su pañuelo, que se elevaron al cielo ante la mirada de los presentes. En este enlace tenéis más datos sobre su historia.
1.700 años después los cuerpos de nuestros mártires siguen (o al menos eso se supone) en el mismo lugar, pero sus cabezas reposan en la Catedral de Santander. Para explicarlo, durante la tradición oral de la Edad Media se forjaron dos leyendas tan increibles como disparatadas:
Leyenda 1: Durante una inundación y por obra del Todopoderoso las cabezas bajaron desde el Cidacos al Ebro y desde allí remontaron el río en sentido contrario al de la corriente hasta su nacimiento (Fontibre, Reinosa). Cómo llegaron a Santander (a unos 60 km al norte de Reinosa) es otra cuestión. Esta "versión" no lo aclara.
Leyenda 2: Las cabezas fueron transportadas por fieles cristianos en una barca de piedra para protegeras de la invasión musulmana. Y la leyenda no sólo sostiene que esa barca podía flotar, sino que además fue capaz de descender todo el Ebro y dar la vuelta completa por mar a la península Ibérica hasta chocar contra una roca en la entrada de la Bahía de Santander.
Dicen que de ese modo se formó la Peña Horadada (cuyo arco se derrumbó en 2006 durante un temporal). Otra versión asegura que, tras bordear La Magdalena, otra roca se apartó del camino de la barca para evitar que se estrellase. Con choque o sin él las cabezas acabaron sobre la diminuta península sobre la que posteriormente se erigiría la Catedral de Santander.
La realidad (o por lo menos la historia más creíble) fue que poco después de la invasión árabe del año 711 gentes de Calahorra trasladaron las cabezas de sus Santos Mártires por tierra a Cantabria. Si, en la perspectiva actual puede parecer macabro y absurdo exhumar y transportar en carro durante días dos cabezas momificadas, pero esos hombres sólo pretendían salvar de los invasores "infieles" sus más preciadas reliquias.
Sobre las cabezas y las ruinas de un hipocausto romano (puede verse e la actualidad tapado con vidrieras) se construyó el Monasterio de los Cuerpos Santos, que acabó dando a Santander su actual nombre (procede de "Sancti Emeteri"). En el siglo XIII el monasterio fue sustituído por la Iglesia Baja y a continuación se construyó la Alta, que es la actual Catedral.
Sobre las cabezas y las ruinas de un hipocausto romano (puede verse e la actualidad tapado con vidrieras) se construyó el Monasterio de los Cuerpos Santos, que acabó dando a Santander su actual nombre (procede de "Sancti Emeteri"). En el siglo XIII el monasterio fue sustituído por la Iglesia Baja y a continuación se construyó la Alta, que es la actual Catedral.
En 1533, durante las "exhumaciones piadosas" de la Iglesia en respuesta al Protestantismo, las cabezas de los santos Mártires fueron halladas bajo la nave del Evangelio de la Catedral de Santander y posteriormente guardados en los relicarios de plata en los que actualmente reposan, de cronología barroca y renacentista. Los podéis ver en la foto grande de arriba.
Si visitais la catedral santanderina admirad las reliquias en la cripta y las imágenes de San Emeterio y San Celedonio que decoran tanto el retablo mayor como los laterales del órgano.
Las reliquias de san Emeterio y San Celedonio salen en procesión cada 30 de agosto en Sandander, aunque curiosamente el día de los Patrones apenas se celebra en la capital Cántabra.
En Calahorra hay procesiones de los Santos Mártires en las fiestas de invierno y las de verano, aunque la "auténtica" es la que se celebra cada 3 de marzo (foto de abajo) conmemorando el día de su martirio en tal día del año el 298.